S. Fujii & Otomo Y. - Perpetual Motion

Pachi Tapiz, Tomajazz

 

La pianista Satoko Fujii y el guitarrista – turntablista – terrorista sonoro Otomo Yoshihide son dos de las figuras más destacadas de la escena improvisatoria japonesa (y también de la mundial), desde hace treinta años. Sin embargo, no es hasta el año 2022 cuando ambos músicos tuvieron la oportunidad de tocar juntos.

Aunque hubo contactos previos, directos e indirectos más allá del plano musical, no fue hasta el maratón que cada año, en enero, el trompetista Natsuki Tamura y la pianista organizan en The Pitt Inn, el prestigioso local de Tokyo, cuando tuvieron la oportunidad de tocar juntos. A partir de ese encuentro surge Perpetual Motion.

Esta grabación en directo es aquetípica en lo relativo a la concepción de los discos de música improvisada. Es más que habitual que los músicos busquen registrar lo que ocurre en un primer encuentro, para hacer uso de ese lienzo en blanco que es dejar que la imaginación y la creatividad tengan plena libertad, al no estar influidas por los posibles recuerdos (voluntarios o reflejos) de otros encuentros anteriores. Partiendo de esta base, la ausencia de un encuentros musical previo, Perpetual Motion se transforma en un transcurrir sonoro continuo.

Añadir que tal y como sucede en muchas grabaciones de impro libre la división en pistas es una cuestión de conveniencia, ya que del mismo modo que en este caso son cuatro, bien podría haber sido un único track… o cincuenta.

Y esa es la clave de esta grabación. La cantidad de ideas, ambientes, momentos diferentes que se van sucediendo sin solución de continuidad en un intercambio musical de primer orden.

Ya se ha señalado que Otomo Yoshihide puede ser un terrorista sonoro, y como no podría ser de otro modo su guitarra realiza un paseo por pasajes cercanos al noise más genuino. A su vez, Satoko Fujii es una heredera de esos gigantes del piano que se han movido por esos terrenos del Free Jazz que desembocaron en una cierta manera de entender la impro libre, de modo que también nos encontraremos con pasajes que van por esos territorios.

Por fortuna, Movimiento Perpetuo no significa en este caso agitación constante, de modo que en este viaje sonoro de poco más de cuarenta minutos junto a la inquietud de unos pasajes se hallan otros mucho más calmados y contemplativos por los que Otomo y Satoko nos conducen con total naturalidad.

Fujii y Yoshihide han tardado mucho en tener ese primer encuentro. Para quienes no pudimos acudir en directo a esta cita histórica, tenemos la fortuna y el consuelo de poder estar presentes por medio de Perpetual Motion.

Más allá de las etiquetas, una grabación muy recomendable.